Crear una fragancia

Para crear una fragancia primero hay que saber un par de cosillas muy elementales. La primera es que las diferentes esencias, que serán nuestros ingredientes, tienen diferentes comportamientos. Basándonos principalmente en el tiempo de evaporación podemos distinguir entre notas altas, medias y bajas. Las notas altas son aquellas que se volatilizan más rápido y por tanto duran menos y las notas bajas son las que se evaporan más lentamente y por tanto duran más. Las notas medias tienen un tiempo intermedio de evaporación.
Además, en casi todos los casos, las notas altas son más ácidas y frescas y las bajas son más dulces, pastosas e incluso un tanto fétidas.
Las notas, como si se tratara de un acorde musical, interactúan entre ellas. Algunas son completamente armónicas proporcionando un aroma equilibrado y por supuesto agradable. Otras son disonantes y el olor puede ser desagradable o simplemente inestable. También como con la música, los acordes pueden transmitir sensaciones. Así la tonalidad de menor suele evocar pena o nostalgia, la de mayor alegría, las séptimas incertidumbre. Pues con los aromas ocurre algo parecido sólo que no está tan pautado como la música. Al menos que yo sepa.
Las notas también pueden potenciarse o anularse unas a otras. Hay que buscar siempre mezclas que no se anulen puesto que no tendría entonces sentido.
Generalmente las notas altas suelen ser las que primero se perciben, por lo tanto son la primera señal de la fragancia. Después las notas medias son las que le dan cuerpo a la mezcla, proporcionándole el carácter. Las notas bajas, que se suelen usar en menor proporción, son las que sirven para dar durabilidad y estabilidad a la mezcla.
La forma de diseñar una fragancia consiste en conocer bien las materias primas de que se dispone e ir mezclándolas en diferentes proporciones hasta conseguir la combinación que de desea.
Al ser tan embriagadoras las esencias, no podemos abusar de la prueba de olfato pues acabamos por no distinguir nada. Así hay que oler la mezcla desde relativamente lejos y venteándola con la mano.
Una manera de comprobar el resultado de la posible mezcla es impregnar un algodón contando las gotas de cada ingrediente y meterlo en una bolsa para que se impregne el aire de dentro del aroma del algodón. Si olemos el algodón no estará tan clara la mezcla como si olemos el aire impregnado. Una vez que estemos satisfechos con la fragancia la podremos reproducir convirtiendo el número de gotas en gramos.
Realizadas con notas armónicas altas, medias y bajas, las fragancias deben ser estables y no precisar ningún tipo de fijador artificial, aunque los hay. Además de las mencionadas como notas bajas, como fijadores naturales hay que destacar la tintura de benjuí, el bálsamo de Perú y la raíz de lirio.

Una fragancia elemental es la de rosa realizada con:
aceite esencial de Geranio 20 gr
aceite esencial de Espliego 10 gr
aceite esencial de Patchuli 1 gr
(Se puede fijar con 5 gr de tintura de almizcle)

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