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Mostrando entradas de noviembre, 2008

Jabones de glicerina

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Vamos a hablar aquí de los jabones de glicerina, del proceso de fundir y verter. Es el método más sencillo de elaboración del jabón y no por ello está limitado. Las combinaciones, formas, olores y colores son ilimitados. Solo depende de la imaginación de cada cual. Se llaman jabones de glicerina porque, sobre todo originalmente, se les añade en la fabricación glicerina líquida que impide que el jabón cristalice. Esto les da un aspecto transparente. Partimos de una base de glicerina de la que ya hablaremos más adelante. Se puede comprar en establecimientos especializados en cosmética o en los de manualidades. Se necesita para su realización además, algún colorante (líquido e hidrosoluble), un poco de alcohol en un pulverizador, alguna fragancia aromática y un molde. Los moldes más cómodos son los de silicona pero no son de necesarios. De hecho, los jabones de glicerina son lo que mejor se desmoldan con diferencia. Moldes de reciclaje o de los de plástico que venden específicos para ello

Colorantes

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¿De los colorantes que os voy a contar? Pues que hay principalmente dos tipos: líquidos y en polvos. Y de estos últimos también hay dos tipos: hidrosolubles y liposolubles, lo que significa que se mezclan o bien en agua o en aceite. Los que se mezclan en aceite se pueden agregar al jabón desde un principio, por que así con el movimiento y eso, se disuelven mejor. Los hidrosolubles hay que mezclarlos previamente con agua y se suelen añadir después de la traza . Si además queremos separar parte del jabón para colorearlo de otra manera, pues se lo añadimos una vez separado. Los líquidos suelen utilizarse para los jabones de glicerina u otros cosméticos. Para los jabones en frío suelen ir mejor los que vienen en polvos. Se identifican generalmente por el color index CI seguido de un número de 5 cifras o por su nombre. Por ejemplo el CI77007 es el azul ultramar (o ultramarino). Se puede también utilizar como base para el color el colorante blanco conocido como dióxido de titanio. Suena a ch

Crear una fragancia

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Para crear una fragancia primero hay que saber un par de cosillas muy elementales. La primera es que las diferentes esencias, que serán nuestros ingredientes, tienen diferentes comportamientos. Basándonos principalmente en el tiempo de evaporación podemos distinguir entre notas altas, medias y bajas. Las notas altas son aquellas que se volatilizan más rápido y por tanto duran menos y las notas bajas son las que se evaporan más lentamente y por tanto duran más. Las notas medias tienen un tiempo intermedio de evaporación. Además, en casi todos los casos, las notas altas son más ácidas y frescas y las bajas son más dulces, pastosas e incluso un tanto fétidas. Las notas, como si se tratara de un acorde musical, interactúan entre ellas. Algunas son completamente armónicas proporcionando un aroma equilibrado y por supuesto agradable. Otras son disonantes y el olor puede ser desagradable o simplemente inestable. También como con la música, los acordes pueden transmitir sensaciones. Así la ton

Aceites esenciales

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Aunque también se pueden utilizar fragancias o perfumes para dar olor a los jabones es más de mi gusto utilizar casi exclusivamente los aceites esenciales. Ya no sólo porque sus propiedades son más efectivas y son más estables que las fragancias sino porque a mí me huelen mucho mejor las composiciones hechas con ellos. Voy a nombrar una serie de esenciales en algunos casos por ser de la tierra y en otros por considerarlos indispensables. Hay muchísimos por lo que voy a hacer una selección de unos pocos nada más. Para el uso de estos hay que tener buen olfato e imaginación.... ...o un buen libro de combinaciones. Voy a comenzar hablando de la reina de las esencias, la lavanda . Es la reina porque es un aroma que va bien en combinaciones femeninas, masculinas e infantiles. También sirve incluso para mascotas. Es decir, que va bien en cualquier caso. Aunque algunas, pocas, personas la odian, generalmente a todo el mundo le gusta y aunque tiene un punto de amargo recuerda al frescor del ca

Aceites lujosos

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Me quiero referir a aquellos que tienen un alto precio y una reputada fama. Suelen ser los aceites que contienen más cantidad de ácidos linoleico y linolénico y estos deben de ser muy emolientes. Además contienen cantidades mayores o menores de ácido gadoleico lo que los hace regenerativos y vitaminas y oligoelementos que los hacen nutritivos de la piel. Son aceites muy caros e inestables por lo que hay que apoyarlos siempre con vitamina E en una cantidad aproximada del 5% de su peso. Esta vitamina es un potente antioxidante que evita su enranciamiento . Los ejemplos más claros son: Aceite de rosa mosqueta , que por su fama de regenerador de cicatrices y antiarrugas es el más solicitado. Es uno de los más inestables. Aceite de borago , es mucho menos conocido que el aceite de rosa mosqueta y por eso un poco menos caro pero su composición es muy parecida y su efecto también. Se utiliza también para tratamiento de pieles muy delicadas porque proporciona elasticidad. Aceite de ar

Grasas animales

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Aunque generalmente suelo utilizar exclusivamente grasas vegetales hay que mencionar otras grasas que se pueden utilizar y que de hecho han sido desplazadas por las vegetales aunque tradicionalmente eran de uso muy común. Hoy en día los despojos de los que se obtienen estas grasas se suelen tirar a la basura y eso también es una pena. Las grasas animales se extraen del tejido adiposo de algunos animales y dependiendo del origen tienen diferentes características. Las grasas más comunes son el sebo y la manteca. El sebo (en la foto) se suele obtener del ganado bovino, comúnmente de la vaca. Se obtiene también otro sebo más duro del los carneros u ovejas pero suele ser menos habitual. La parte más rica en sebo suele ser alrededor de los riñones, que es le de mejor calidad, y recibe el nombre de sebo en rama. Las propiedades del sebo, salvando las diferencias, son equivalentes a la manteca de cacao ya que proporciona sobre todo dureza y cremosidad en la espuma. Produce jabones duros y blan

Aceites vegetales

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Hoy en día se considera mucho más sano y consciente utilizar ingredientes exclusivamente vegetales . No voy a entrar en las polémicas del cargo de conciencia del uso de ingredientes animales ni de si se trata de una moda todo vegetal. Lo que si puedo decir es que se pueden hacer perfectamente jabones de gran calidad exclusivamente con aceites vegetales. Debemos intentar que se trate siempre de aceites de primera presión en frío que son los que mantienen más sus propiedades naturales originales. Cada aceite tiene unas propiedades diferentes y podemos combinarlos para obtener lo mejor de cada uno de ellos. Empezaremos por el mejor de los aceites para jabonear , el aceite de oliva . En otros países no se pueden permitir su uso. Nosotros tenemos la suerte de disponer de él a un precio razonable. Es un aceite a priori blando, ya que no se congela hasta bajas temperaturas pero produce un jabón bastante duro. No obstante, al mojarse es un jabón lamioso , sobre todo si tiene un sobreengrasado

Curado

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Una vez que desmoldamos el jabón hemos de darle un tiempo de curado. Este tiempo dependerá mucho del proceso y del tipo de jabón. En el proceso en frío lo normal es que al desmoldarlo el jabón a uno no esté hecho del todo. Probablemente si lo probamos aun pique. Por esto se deja curar el jabón unos días antes de poder usarlo. Además, durante ese tiempo, ocurre el proceso de secado. El jabón va perdiendo el exceso de agua que contiene hasta quedar en su tamaño y forma definitiva. El tiempo estimado en este caso suelen ser de 4 a 6 semanas. Si se reduce inicialmente la cantidad de agua el proceso puede reducirse a la mitad. O sea, que el curado consiste en la finalización del proceso de saponificación, con su consiguiente disminución del pH , y el secado de las pastillas hasta alcanzar su tamaño y dureza definitivos. En el caso del proceso en caliente el tiempo de secado es menor y teóricamente la saponificación está completada antes de verter en los moldes. Por esto salvo que las pr

Moldes

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Para hablar sobre los moldes del jabón hay que hacer una distinción principal. No es lo mismo el molde para jabón de glicerina que para el resto de los jabones. Existe toda una gama de moldes artísticos para glicerina que en mucho casos no sirven para los jabones procesados en frío. Además algunos materiales, como el látex, se deterioran por la causticidad del jabón recién mezclado. Lo más importante es que si es un molde con forma debe ser más blando que el propio jabón. Sino resulta prácticamente imposible sacarlo. Pero vayamos por partes. Los jabones procesados en frío suelen tardar algunos días en solidificar y, dependiendo de los ingredientes, resultarán más duros o más blandos. Generalmente cuanto más duros más fácilmente desmoldan. Con los jabones en frío los moldes de plástico suelen crear vacío con las paredes del jabón y éste tiene que estar suficientemente duro para que no se rompa. Los jabones de glicerina no suelen provocar ningún problema con estos moldes. Para lotes grad

Agua y sosa

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Lo más habitual, al menos en mi caso, es elaborar jabones sólidos con sosa cáustica. Tambíen se pueden elaborar con potasa cáustica por lo que aunque en adelante diga sosa se puede aplicar a ambas. Sosa y agua constituyen la lejía y hay que decir de ellos pocas cosas pero muy importantes. La primera, por ser la más importante, es que siempre se sigan las normas de seguridad para trabajar con sosa. El agua es conveniente que sea lo más blanda posible, es decir, que tenga la mínima cantidad de sales disueltas. No es imprescindible pero es recomendable que se use agua destilada. Si no, agua de lluvia muy bien filtrada y hervida. Si no, agua mineral (de mineralización débil) y por último del grifo. La razón fundamental es que para diluir otra sustancia cuanto más pura el agua, mejor. La sosa debe de ser también lo más pura posible. En los botes suele poner el grado de pureza. Es frecuente encontrar NaOH (sosa cáustica) al 99%. También es posible encontrarla al 50% y esta, por supuesto

Medición del pH

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Para saber si un jabón es apto para su uso debemos medir antes su pH. Un jabón bien realizado tienen que tener un pH neutro. Es decir la sosa debe haber neutralizado todos los ácidos grasos de las grasas y por tanto existir un equilibrio entre ácidos y bases, o sea un estado neutro. Ahora bien, por ser el jabón como es, al contacto con agua, se disocia parte del álcali produciendo un efecto de causticidad leve. El pH, medido con tiras marcará entre 9 y 10 , será básico. Si pretendemos neutralizar ese efecto mediante un ácido, por ejemplo el cítrico, conseguiremos que la separación parcial del jabón no se vuelva a asociar y por tanto sólo tendremos ácidos grasos y material neutro. Lo cual no es bueno para nuestro jabón. El caso, no me enrollo más, es que un jabón natural, medido con tiras de pH debe de darnos un resultado básico. Que esto es normal y que hay incluso quien cree que además de hacerlo antiséptico, esa causticidad proporciona otros beneficios a la piel, como la eliminación

El proceso en caliente

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Se denomina así al proceso de fabricación del jabón que implica una fuente de calor externa. Hay muchas formas de aplicar ese calor pero nos centraremos en el proceso en el horno. Hay que decir también que todo esto se puede hacer perfectamente con dos ollas, al baño maría. Como ya dije una vez el jabón en caliente tiene dos ventajas principales: Una es que no hay que esperar (o hay que esperar muy poco) para poder usarlo y la otra es que una vez finalizado el proceso de saponificación, le podemos agregar colorantes, aromas y aditivos sin miedo a que se nos echen a perder. Para empezar seguiremos al pie de la letra las indicaciones en el proceso en frío sólo que esta vez no le vamos a añadir las esencias ni lo vamos a vertir en el molde. En lugar de eso, una vez mezclados los aceites con la lejía, lo vamos a meter en el horno a una temperatura aproximada de 80ºC. Hay que asegurarse que el jabón esté bien "trazado" antes de meterlo en el horno. De media a una hora aproximada

Lejía

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Al menos en España solemos llamar lejía al hipoclorito sódico pero cuando hablamos de lejía y de jabones nos estamos refiriendo a la solución de sosa o potasa cáusticas . La lejía cáustica es el ingrediente peligroso de la elaboración del jabón. Puede producir quemaduras si entra en contacto con la piel. Por esto hay que protegerse c on guantes y con gafas cuando la manipulamos. Cuando mezclamos el agua y el álcali (que es como se denominan genéricamente) se produce calor por la reacción. Por eso es conveniente que el agua utilizada esté fría. También es conveniente que vertamos la el álcali sobre el agua ya que de hacerlo al revés puede hervir violentamente y saltar. Cuando se mezclan, la solución queda turbia y blanquecina. Para poderla usar es conveniente dejarla reposar hasta que se vuelva totalmente transparente. El agua debe ser destilada para que diluya completamente el álcali. El álcali debe de ser lo más puro posible y al diluirse no sedimentar. Si se hace la mezcla y no se

Medidas de seguridad

Lo más importante a tener en cuenta es la peligrosidad de la sosa cáustica o de la potasa cáustica. Ambos ingredientes son peligrosos y hay que mantenerlos fuera del alcance de los niños y de los animales. Cuando se mezclan con el agua se produce la lejía que al contacto con la piel puede producir quemaduras químicas importantes. Siguiendo las simples indicaciones que vienen a continuación el riesgo es mínimo pero aun así no me hago responsable del mal uso que podáis dar a estas instrucciones. Una vez que la lejía cáustica entra en contacto con las grasas se disocia el álcali y se asocia el sodio o el potasio produciéndose el jabón que ya no es un componente peligroso para la piel. El cálculo correcto de la lejía necesaria para saponificar las grasas también es un factor importante ya que un exceso de lejía supondría un residuo cáustico en el jabón resultante. Debemos protegernos mientras manipulamos los álcalis con unas gafas para evitar salpicaduras en los ojos y con unos guantes par

Proceso en frío

Se denomina así a la elaboración de jabón sin fuente calorífica externa. Se parte de unas grasas a una temperatura baja y éstas, debido a la reacción de la saponificación , experimentan un aumento de temperatura que puede llevar al jabón a la fase de gelificación . Este procedimiento lo utilizaremos para elaborar jabones duros de hidróxido sódico o sosa cáustica. Antes que nada debemos dar un repaso a las medidas de seguridad . Para realizar un jabón mediante el proceso en frío lo primero que tenemos que preparar es la lejía . Esta se obtiene mediante la mezcla de agua y sosa. Pesamos cuidadosamente la sosa en un recipiente y el agua en otro y añadimos el primero poco a poco sobre el segundo, removiendo lentamente con cuidado de no salpicar. El agua alcanzará gran temperatura en cuestión de segundos. Es por esto importante que la temperatura de partida del agua sea baja ya que si está caliente puede llegar a hervir y salpicar la lejía. Incluso, si queremos que no suba mucho la temperat

Gelificación

Llamamos gelificación al estado de gel y de aspecto translúcido que alcanza el jabón. Se produce en el momento de la saponificación si se da con la suficiente temperatura. Una vez cristalizado el jabón puede volverse a fundir al estado semilíquido de gel pero no alcanzará la translucidez del momento de gelificación . Se puede evitar el paso por el estado de gel no dejando que la masa alcance la temperatura necesaria. Para ello se puede partir de ingredientes muy fríos y moldes poco aislantes o incluso dejando el jabón solidificar en la nevera. Hay partidarios de la saponificación y detractores. El que se produzca la gelificación suele hacer que el jabón saponifique completamente en menos tiempo y esto hace que los ingredientes delicados al pH alto del álcali sufran menos. También hace que los colores resulten más vivos y homogéneos. La parte negativa es que en el interior del jabón, por el exceso de temperatura, se produzcan pequeñas burbujas que perjudican la textura del jabón. A

Una muy breve historia del jabón

Se cuenta que fueron los romanos los que descubrieron la saponificación a partir de los restos de cenizas y sacrificios animales. Que lavando en las aguas río abajo las ropas quedaban más limpias. Eso es lo que cuentan los italianos. Los franceses por su parte, cuentan que fueron sus druidas, a partir de grasa de carnero y cenizas, los que creaban un ungüento a fin de teñir sus cabellos, que este tenía propiedades detersivas y derivó en el jabón. Pero ya mucho antes se utilizaban álcalis naturales como el natrón o la potasa procedente de cenizas con fines de blanqueo y tratamiento de tejidos. Se supone que fueron los fenicios los que difundieron la utilización de esos productos alcalinos antecesores del jabón. Fuera como fuere, las primeras noticias que tenemos de la elaboración del jabón tal y como lo conocemos proceden de los árabes que lo introducen en Europa a través de al-andalus. Dicen que la primera gran industria jabonera la implantaron los árabes a finales del siglo XI en Sevi

Tabla de Saponificación

Grasa sap NaOH sap KOH yodo INS Aceite de Aguacate 0,133 0,186 86 99 Aceite de Almendras 0,139 0,195 99 97 Aceite de Borago 0,135 0,190 145 45 Aceite de Coco 0,183 0,257 10 258 Ac. Germen de trigo 0,130 0,183 128 58 Aceite de Girasol 0,135 0,189 133 63 Ac. Hueso Oliva 0,135 0,190 84 106 Ac. Palmiste 0,176 0,247 20 183 Aceite de Maiz 0,137 0,192 117 69 Ac. Oliva Virgen 0,135 0,190 82 109 Aceite de Palma 0,142 0,199 53 145 Aceite de Ricino 0,128 0,180 86 95 Ac. de Semillas 0,135 0,190 100 87 Ac. Semilla de Uva 0,129 0,181 131 66 Aceite de Sesamo 0,134 0,188 110 81 Aceite de Soja 0,136 0,191 131 61 Ácido Esteárico 0,141 0,198 2 196 Cera de abeja 0,067 0,094 10 84 Estearina 0,149 0,209 2 208 Manteca de Cacao 0,138 0,194 37 157 Manteca de cerdo 0,141 0,198 57 139 Manteca de Karite 0,128 0,179 59 116 Resina Colofonia 0,115 0,161 5 90 Sebo de cordero 0,138 0,193 54 156 Sebo de vaca 0,143 0,201 45 147

Jabón de reciclaje

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Cada año son miles de litros de aceite residual de cocina los que pasan a contaminar nuestros ríos y campos por ser un producto poco biodegradable. Con unos pasos sencillos es muy fácil convertir ese residuo en un producto no solamente útil y económico sino mucho más fácil de degradar. Uno de los factores de deterioro del aceite de cocina es la liberación de ciertos ácidos grasos y otras sustancias que producen mal olor. Al saponificar estas sustancias pasan a convertirse en jabón reduciendo significativamente el mal olor e incluso el color. Se trata de un jabón para lavar los cacharros los suelos o incluso la ropa, por eso nos podemos permitir un ligero exceso de sosa para garantizar la completa saponificación de las grasas. Por esto usamos el valor de saponificación 140 para el aceite de oliva. Si en él se han frito grasas animales algunas de ellas se quedan en el aceite por lo que el valor se puede subir hasta 150. Esto significa que por cada kilo de aceite de oliva vamos a añadir d

Saponificación

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Se entiende por saponificación la reacción que produce la formación de jabones. La principal causa es la disociación de las grasas en un medio alcalino, separándose glicerina y ácidos grasos. Estos últimos se asocian inmediatamente con los álcalis constituyendo las sales sódicas de los ácidos grasos: el jabón. Esta reacción se denomina también desdoblamiento hidrolítico . En resumidas cuentas, al unir una grasa, que está constituida por triglicéridos , a una solución alcalina, constituida por agua y sosa cáustica , los triglicéridos se separan en una molécula de glicerina y tres cadenas de ácidos grasos. Estos se unen rápidamente a una molécula de sodio y constituyen el jabón, dejando en su interior la glicerina restante. Y dicho de otro modo, saponificación es la producción de jabón a partir de grasas y álcali. Me olvidaba, la de saponificación es una reacción exotérmica lo que significa que produce calor. Cuanta más cantidad de jabón hay, más caliente se pone, sobre todo en el cent

Traza

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Fíjate tú que tontería la traza. Se denomina así al momento en el cual la masa mezclada del jabón deja una traza o surco por donde pasa la pala o cuchara con la que removemos. Es un momento en el cual parte del aceite está ya saponificado y sirve como emulsionador del resto de la mezcla. Es en ese momento cuando debemos añadir ciertos ingredientes que, ya sea por su sensibilidad o por su tendencia a la separación, no se deben añadir antes. En la traza se suelen poner los aceites esenciales. Cuando el jabón está "trazado" ya sabemos que lo podemos verter en los moldes sin miedo a la separación de los ingredientes. Hay veces, sobre todo debido a la temperatura pero también con determinados ingredientes, que la traza pasa en un plis . De tener el jabón líquido se pasa a tener una pasta impracticable. Esto obviamente dificulta muchísimo el moldeado y perjudica el aspecto final del jabón. Existe también un concepto denominado falsa traza que consiste en un estado de apariencia s

Calculando la receta

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Lo más bonito de la creación de jabones es la subjetividad que conlleva. Cada uno los hace a su antojo y a la medida de sus necesidades. Así puede apetecernos hacer un jabón más limpiador, más suave, más espumoso, más duro o blando... No hay una norma. Sólo unas indicaciones a tener en cuenta. Hay aceites que se estropean antes que otros. Se denomina enranciamiento al deterioro de los aceites y los más sensibles son aquellos ricos en ácidos grasos insaturados . Se debe a que esas insaturaciones se degradan convirtiéndose en compuestos que generan mal olor. Para evitarlo se pueden utilizar agentes antioxidantes y el más común es la vitamina E acetato. También se puede utilizar aceite de semilla de pomelo por ser el más rico en vitamina E. Otros aceites, como el de girasol o el de germen de trigo por ejemplo, son muy ricos también en esta vitamina pero la cantidad que contiene no suele ser suficiente para prolongar por mucho tiempo la vida de ese aceite al contacto con el aire. Los

Concentración

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Cuando hablamos de concentración , lo estamos haciendo sobre la cantidad de agua que lleva un jabón. En realidad hablamos de la concentración de la lejía que se forma al juntar la sosa (o la potasa) cáustica con el agua. Así una concentración del 50% indica que en la lejía la mitad del peso es agua y la otra es álcali. Una lejía del 33% de concentración tiene el 33% de álcali diluido en el 67% de agua. Es decir 2 veces más de agua que de álcali. Un 25% tiene 3 veces más de agua que de álcali y así para todos los porcentajes posibles. Implícitamente en esta explicación estamos hablando también de proporción que es otra forma de determinar la cantidad de agua. Si hablamos del 50% estamos diciendo que la proporción es de 1:1, si es del 33% es de 1:2 y si hablamos del 25% es de 1:3, dónde se indica que por cada parte de álcali (primer término) hay otras partes de agua (segundo término). Ahora, otra cuestión diferente es la cantidad de agua, ya sea medida como concentración o como proporc

Sobreengrasado

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Para hacer el jabón utilizamos aceite, sosa cáustica (también llamado hidróxido sódico) y agua. La cantidad de sosa va en función de la cantidad y el tipo de aceite que usemos. Cada aceite, dependiendo de su composición, tiene un índice de saponificación diferente. Este índice expresa la precisamente la cantidad de álcali que debemos utilizar para la completa saponificación del aceite. Por ejemplo, el aceite de oliva tiene un índice de saponificación de 190, lo que significa que para saponificar un kilo de aceite de oliva hacen falta 190 gramos de potasa cáustica. La potasa cáustica, que también se denomina hidróxido potásico, se simboliza KOH . Como el peso molecular del hidróxido potásico es superior al del hidróxido sódico en 1.4025 veces, para calcular el índice de saponificación con sosa dividiremos 190/1.4025 que nos da una cantidad aproximada de 135. Y esto significa que para saponificar completamente un kilo de aceite de oliva hacen falta 135 gramos de sosa cáustica. Ahor

Recopilación

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Hola. He estado recopilando informaciones en www.pinsapo.com y he copiado aquí una serie de artículos que publiqué allí hace ya más de dos años. Desde entonces he cambiado de pareceres en algunos aspectos, he afianzado otros y he dudado de casi todo. Pero lo que más he hecho ha sido estudiar. No tanto química como procedimientos, a partir de libros industriales de principios del s.XX que son lo más parecidos a lo que hoy consideramos elaboración tradicional. Pretendo hacer una revisión de todos lo temas comentados y ampliar un poco más estos aspectos y abrir nuevos frentes.